En invierno la piel sufre más que en verano, porque el frío reseca la piel, la deshidrata. Cuando vas a esquiar estos efectos se multiplican por el frío, el viento y por la refracción de los rayos de sol sobre la nieve.
Si vas a esquiar tienes que tener mucho cuidado con la piel. Una semana antes de viajar comienza a nutrir la piel con cremas nutritivas (digamos las cremas más «gordas», las que tienen más grasa). Aplícalas por la mañana y por la noche.
El día anterior al viaje ponte una mascarilla nutritica y déjala al menos una media hora.
Una vez que estés en la nieve hay tres pasos fundamentales que tienes que seguir por la mañana y por la noche:
Mañana:
1- Limpieza de la piel con agua y jabón
2- Hidratación (las cremas hidratantes son más líquidas que las nutritivas). No te pongas la crema nutritiva por la mañana porque si vas a esquiar la piel necesita respirar.
3- Protector solar 50 (recuerda que el sol en la nieve será más «poderoso» que en la playa
Repite los pasos 2 y 3 varias veces mientres estés al aire libre (obviamente no mientras estés esquiando…)
Noche:
1- Limpieza de la piel con agua y jabón
2- Vaporización de la piel con agua (deja secar)
3- Nutrición (la misma crema grasosa que usaste la semana anterior)
Cuando regreses de tus días de esquí, vuelve a ponerte la crema nutritiva mañana y noche.
Si tienes una piel con tendencia al acné la crema nutritiva debe ser «oil free».
Si está nublado no te fíes, tal como se dice «aunque no lo veamos el sol siempre está».
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